Cuidados de la piel en dermatitis atópica

La dermatitis atópica (DA) es un proceso inflamatorio de la piel caracterizado por prurito intenso y piel seca, su evolución suele ser crónica y cursa con periodos de exacerbación conocidos como “brotes”. Se puede presentar en pacientes de cualquier edad aunque es mucho más frecuente en niños. En el primer año de vida se diagnostica el 50% de los casos.

Durante las tres últimas décadas ha aumentado la incidencia de la DA afectando hasta un 20% de los niños, esto genera un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. En la etiopatogenia de la DA intervienen tres factores: la predisposición genética, disfunción de la barrera cutánea que facilita la entrada de alérgenos, irritantes, microorganismos y la inflamación persistente de la dermis; estos factores se interrelacionan lo cual contribuye a la cronicidad y gravedad de la DA.

El tratamiento de la DA debe ir enfocado a reducir los síntomas, las lesiones, prevenir las exacerbaciones y disminuir los efectos secundarios de los medicamentos. Hay dos pilares fundamentales: Hidratación adecuada de la piel y uso de corticoides tópicos.

Existen una serie de normas generales que ayudan al cuidado de la piel en pacientes con DA tales como:

1.Clima: Factores como humedad, contaminación y temperatura pueden influir en el curso clínico. El frio deshidrata la piel y la empeora. Es aconsejable un clima de temperatura suave, ambiente soleado con una humedad media-alta y sin contaminación ambiental. Se ha visto que los niños en época de vacaciones al tomar baños en el agua del mar mejoran de su dermatitis.

2.Baño: Se recomiendan baños cortos (aproximadamente 5 min de duración) con agua tibia (aprox 33 grados centígrados). Sirve para relajar al niño y mejora la DA. Se debe realizar incluso cuando hayan lesiones infectadas. Ayuda a limpiar la piel, elimina costras y facilita la aplicación posterior de cremas. Los jabones empleados deben ser de pH neutro o ácido esto con el objeto de mantener el manto graso de la piel y disminuir la colonización bacteriana. Al terminar el baño se debe secar la piel de manera suave sin frotar y posteriormente aplicar las cremas de acuerdo a indicación médica.

3.Ropa: Es aconsejable el uso de ropa suelta de algodón o de fibra mezclada con algodón suave. Retirar las etiquetas y no usar ropa con costuras gruesas que rocen la piel. Debe lavarse con detergentes suaves y enjugar bastante bien. No usar suavizantes.

4.Existe una gran variedad de productos que pueden controlar los síntomas y dar una mejor calidad de vida a los pacientes. Es importante su aplicación de manera constante para reducir de forma significativa las recaídas. Dentro tales productos tenemos los siguientes: -Humectantes o emolientes: favorecen la retención de agua en la piel y la mantienen hidratada. Se encuentran en forma de cremas, lociones, leches, etc. Se recomienda aplicarlas idealmente después del baño. No es aconsejable aplicarlas en lesiones exudativas dado que pueden empeorar dichas lesiones. -Loción: Indicadas en lesiones exudativas. -Aceites: Se pueden aplicar después del baño con la piel húmeda. Dejan la piel muy bien hidratada. -Cremas: Son una mezcla de sustancias grasas disueltas en agua. Se emplean para lesiones agudas y subagudas pero no en lesiones húmedas. -Pomada: Indicadas en zonas de piel gruesas (codos, rodillas, palmas, plantas), lesiones secas o liquenificadas.

Diversos estudios sugieren que el uso de emolientes suaves desde el nacimiento podrían proteger contra el inicio de la inflamación de la piel en los recién nacidos, corrigiendo la disfunción subclínica de la barrera cutánea y la inflamación temprana.

5. Control del picor: Se logra cuando los cuidados de la piel y el tratamiento son correctos. Es importante que los pacientes con DA tengan siempre sus uñas cortas para evitar lesiones por rascado o sobreinfecciones. Si las lesiones están controladas el picor desaparece. Medicamentos como los antihistamínicos pueden ayudar al control del prurito.

6.Fototerapia: La fototerapia UVB de banda ancha en una buena elección en la edad pediátrica. Tiene efectos antiinflamatorios y reduce la colonización por bacterias como el Staphylococcus aureus. No está indicada en menores de 12 años. Ayuda en el tratamiento de mantenimiento al usar corticoides.

7. Tratamiento farmacológico: Tiene como objetivos disminuir la inflamación, evitar las recaídas, mantener la piel bien hidratada y controlar los síntomas que afectan la calidad de vida. En este grupo encontramos los antihistamínicos (ayudan al control del picor), corticoides sistémicos (no tienen indicación habitual, solo en casos de brotes intensos que no han respondido al tratamiento tópico), antibióticos (en caso de sobreinfección bacteriana), inmunomoduladores sistémicos (modifican la respuesta inmunológica anómala) y tratamiento tópico (corticoides, inmunomoduladores y antibióticos). Durante los últimos años han surgido terapias adicionales conocidas como agentes biológicos (anticuerpos monoclonales) que son de gran utilidad en los pacientes con DA refractaria a los tratamientos convencionales.

Es muy importante que los pacientes comprendan que cuando hablamos de DA hacemos referencia a una enfermedad crónica que no tiene un tratamiento curativo pero que puede mejorar con la edad y realizando correctamente las instrucciones dadas por tu médico alergólogo.

Fuentes:

www.seicap.es

www.onlinelibrary.wiley.com – Pediatric Allergy and Immunology

Realizado por:

Carolina Bustos S.

Alergóloga Pediatra

Miembro ACAAI