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Alergia alimentaria en niños

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Por: Dolly Vanessa Rojas Mejía

Especialista en Alergología de la Universidad Icesi – Fundación Valle del Lili

Especialista en Pediatría – Universidad Surcolombiana

En la alergia infantil, la alergia a alimentos es cada vez más frecuente. Son varios los tipos de alimentos pueden causar reacciones alérgicas en la niñez. Su frecuencia dependerá de la edad. En niños pequeños la leche y el huevo son los alimentos más comunes. Otros alimentos como el maní, los frutos secos, los mariscos y las frutas causan alergia alimentaria en niños mayores.

Existen alimentos “falsamente alergenizantes”. Son alimentos que contienen sustancias llamadas aminas vasoactivas (histamina, tiramina, dopamina…) y al comerlos pueden desencadenar síntomas, como ronchas y picazón, que podrían confundirse con una reacción alérgica. Se incluyen en este grupo alimentos como el tomate, atún, fresas y chocolate, entre otros.

Las verdades alergias se producen por anticuerpos que el sistema de defensas del cuerpo produce, los cuales reaccionan al alimento implicado y luego liberan sustancias que causan los síntomas alérgicos.

Cuando el niño o niña ingiere de forma accidental o toca el alimento al que es alérgico puede presentar síntomas cutáneos (brotes alrededor de la boca o todo el cuerpo, ronchas/urticaria, hinchazón/edema, picazón…), síntomas digestivos (vómitos, diarrea, dolor de estómago), síntomas respiratorios (estornudos, mocos, tos seca y dificultad para respirar), pueden estar presentes uno o varios de estos síntomas. Cuando la reacción es muy severa, se le conoce con el nombre de anafilaxia, esta se instaura rápidamente y puede ser mortal por la afectación de órganos vitales como las vías respiratorias o el sistema cardiocirculatorio con disminución de la tensión arterial. La gran mayoría de las veces, estas reacciones se producen casi inmediatamente después de consumir estos alimentos, es por ello que se llaman alergias inmediatas, en otras ocasiones ocurrente horas o días después y se conocen como alergias retardadas. En nuevos contactos con el alimento los síntomas pueden ser similares a los iniciales, de mayor o menor intensidad.

El diagnóstico de alergias a los alimentos no siempre es fácil, pues existen otras enfermedades que pueden causar síntomas muy parecidos y saber cuál alimento es el responsable puede ser difícil. El médico o pediatría debe referir a tu hijo(a) con un alergólogo para realizar un adecuado estudio y manejo. 

Dentro del estudio el alergólogo para las alergias alimentarias retardadas puede sugerir una dieta de eliminación, un procedimiento en el que los alimentos sospechosos se eliminan de la dieta por un tiempo y los síntomas se vigilan de cerca para observar si desaparecen. Después de varias semanas, los alimentos se vuelven a introducir uno a uno, y las respuestas alérgicas se evalúan nuevamente para determinar qué alimento, si lo hay, es realmente la causa del problema. Un método empleado con menor frecuencia es la prueba de parche, la cual consiste en la aplicación en la espalda de extracto de los alimentos sospechosos mediante parches adhesivos, que se dejan durante varios días y se retiran, observando la aparición de brote en los sitios donde estuvo colocado cada parche.

Para las alergias alimentarias inmediatas, se pueden realizar pruebas de alergias en la piel o en sangre. Para las primeras se pincha la piel del antebrazo de tu hijo(a) y luego se introduce un extracto líquido del alimento sospechoso para ver si ocurre alguna reacción, como aparición de roncha, enrojecimiento y picazón, por ejemplo. Para las pruebas de alergia en sangre se toma una muestra de sangre de tu hijo(a) y se mezcla en el laboratorio con extractos de alimentos, para determinar si existe presencia de anticuerpos para esos alimentos. 

Una vez que se ha identificado el alimento responsable, se debe establecer la pauta de tratamiento, para ello el especialista tratante recomendará retirar el alimento de la dieta de tu hijo(a) lo que se conoce como dieta de exclusión. Esto significa no solo la eliminación del alimento, sino también de todos sus derivados y de las comidas que los contengan, por ejemplo, si el menor resulta alérgico al huevo, no sólo se debe eliminar de la dieta los huevos, sino también todos los productos que contienen este alimento como galletas, tortas, ponqués entre otros. Es muy importante volverse muy diligente en la lectura de las etiquetas en el supermercado para identificar productos que contengan el alimento en cuestión y así evitarlos. De igual forma, el especialista le sugerirá alternativas de los alimentos a los que tu hijo es alérgico y en algunas ocasiones suplementos para mantener los requerimientos de nutrientes en cada grupo de edad. Ante cualquier reacción por exposición accidental es importante administrar el tratamiento aconsejado por el especialista, en función de la intensidad de los síntomas, que puede ir desde un antihistamínico hasta el uso de adrenalina en autoinyector para quienes han tenido historia de anafilaxia.

En los últimos años se están realizando tratamientos con inmunoterapia con alimentos con el objetivo de alcanzar la tolerancia parcial o total del alimento. Estos tratamientos ofrecen una alternativa a aquellos pacientes que no han alcanzado la tolerancia tras la dieta de exclusión.

Es muy importante saber que a un niño diagnosticado con alergia alimentaria, no debe retrasarse la introducción de nuevos alimentos en su dieta, ni siquiera los otros alimentos potencialmente alergénicos. La introducción de nuevos alimentos en la dieta debe realizarse según las normas habituales para el niño sano de la Sociedad Colombiana de Pediatría (https://scp.com.co/). Se recomienda lactancia materna si es posible al menos los primeros 6 meses de vida con introducción de los alimentos sólidos a partir de esa edad.

Igualmente se debe recordar que un niño o niña diagnosticado(a) con alergia alimentaria puede comer en su colegio o salir de excursión. El restaurante del colegio debe estar preparado para ofrecer la dieta que necesita el menor. El niño o niña con alergia alimentaria no debería recibir un trato diferente a sus compañeros, salvo en lo que se refiere a su dieta de eliminación estricta del alimento y debería participar en actividades extraescolares como los demás niños. El personal del colegio debe estar perfectamente informado de la dieta y del tratamiento que precisa el niño en caso de ingesta accidental.

Una buena noticia es que muchas de las alergias alimentarias que debutan en la primera infancia se resuelven al crecer el menor, aunque algunas persisten en la edad adulta. Es más común que desaparezcan en el caso de alimentos como la leche y el huevo pero más difícil con otros alimentos como el pescado y los frutos secos. 

Para confirmar si se ha superado una alergia alimentaria se debe realizar una prueba de exposición oral controlada, es decir, al niño se le administrarán cantidades ascendentes del alimento en cuestión. Esta prueba debe realizarse en un centro médico bajo la supervisión de un especialista que recomendará el momento adecuado para realizarla. Estas pruebas deben realizarse a pesar de la negativización de las pruebas analíticas o cutáneas que no son garantía absoluta de tolerancia. Si el menor no presenta síntomas durante esta prueba, se recomendara la reintroducción en la dieta del alimento. 

Recuerda, no estás solo, en la Asociación Colombiana de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI) contamos con profesionales especialistas en alergología, presentes en tu ciudad para darte todo el apoyo que necesites.

Algunos enlaces de interés para padres:

Referencias

Longo G, Berti I, et al. IgE-mediated food allergy in children. Lancet. 2013 Nov 16;382(9905):1656-64. 

Savage J, Johns CB. Food allergy: epidemiology and natural history. Immunol Allergy Clin North Am. 2015 Feb;35(1):45-59.

Venter C, Groetch M. et al. A patient-specific approach to develop an exclusion diet to manage food allergy in infants and children. Clin Exp Allergy. 2018 Feb;48(2):121-137.